GUIÓN PARA ESCENIFICAR:
Escenario.
Dos mesas. Una delante de la otra.
Dos sillas con respaldo para cada mesa.
Dos tazones u objetos que los representen.
Actuantes:
Narradora.
Señora de 75 años.
Persona negra.
Mesera.
(Lo que está entre paréntesis no se lee en voz alta, solamente son indicaciones para actuar. Los personajes repiten en voz alta las palabras en cursiva que les indica la NARRADORA.)
NARRADORA:
En un restaurante elegante había una persona tomando sopa. (Hay una persona en la mesa de adelante haciendo como que toma un tazón de sopa.) Es de raza negra.
Una señora de setenta y cinco años entra en el restaurante elegante.
Se sienta en un puesto (la mesa que está más atrás). Deja su bolso colgado sobre el respaldar de la silla. Pide a la mesera un tazón de caldo.
Toma el tazón de caldo. Va a su puesto. Se sienta y comienza a tomar el caldo.
La señora se da cuenta de que no tiene pan. Se levanta y va al mesero a pedir una porción de pan. . . . .
Vuelve a su puesto con el pan, pero se equivoca y se sienta en una silla de la mesa que está adelante. Se da cuenta de que hay otra persona tomando sopa. La mira con extrañeza. La dice: ¡Qué cara tiene, se está comiendo mi sopa! (El personaje repite las palabras) La señora come sopa del tazón del negro.
Ambos van comiendo del mismo tazón. La señora dice: Pero no dejaré que abuse.
La persona negra la mira con extrañeza, pero con amabilidad. Piensa: Parece que esta señora necesita comida.
Se termina la sopa. La persona negra se acerca a la mesera y le pide: ¿Por favor, me pone un plato de espagueti?
La persona negra vuelve a su puesto con un gran plato de espagueti a la carbonara. Lo deja sobre la mesa. Comienza a comerlos. La señora mira a la persona con extrañeza y come también del plato.
El plato se termina. La negra va y paga los gastos a la mesera. Saluda a la señora que estuvo a su lado para irse: ¡Hasta la vista!
La señora contesta: ¡Hasta la vista!
La negra se va. La señora extrañada la mira mientras ella se va. Pero ya no hay comida. La señora va a coger su bolso, pero no lo encuentra. Grita: ¡A la ladrona! ¡A la ladrona!
La señora mira alrededor y se da cuenta de que su bolso está una mesa más atrás. Allí también hay un tazón de caldo que se ha enfriado y dice la señora: ¡Ay! Lo siento. Por favor, venga acá. Me he equivocado. He estado comiendo la sopa que no era mía. Era de otra persona que además me invitó a espagueti. Encima he estado pensando que era una ladrona que había robado mi bolso. Perdón, perdón, perdón.
Video: https://youtu.be/tC4O7QMb2Es
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